El aspecto de la araña ante el observador es de apariencia feroz, imponente y amenazante y por ende causa repulsión su presencia. La hembra es más grande y de abdomen más prominente que el macho, es también la más peligrosa, sus patas perfectamente pueden alcanzar de 3 a 40 mm de longitud.
Dentro del género Loxosceles es la que posee mayor distribución en Sudamerica, principalmente en Chile; en America del Norte hay casos en México y es sin duda la más tóxica y
peligrosa.
Es una araña cuya mordedura puede causar la muerte, el cuadro anafilactico producido por el veneno se llama loxocelismo.
Esta especie de araña se esconden en lugares polvorientos, poco aseados como por ejemplo, bajo de los tanques de gas, detrás de cuadros, cornisas, libreros o en los armarios, especialmente con ropa.
El problema es que cuando una persona ha sido mordida por una de estas arañas, presenta un cuadro clínico que en muchas ocasiones no es detectado a tiempo, sino hasta después de que es hospitalizado.
El principal problema de este arácnido es que no se ha podido desarrollar un antídoto para su mordedura, por lo que las personas que son afectadas por la Laxoceles pueden morir hasta en 72 horas.
Hay que actuar rápidamente sobre el afectado.
- Aplicar hielo en bolsa sobre la herida para frenar la velocidad de reacción.
- Mantener al paciente en reposo y en una posición cómoda. Evitar movimientos innecesarios.
- Controlar su temperatura.
- Aplicar torniquete con hielo. Soltar de cuando en cuando.
- Ante la tumefacción o edema del miembro afectado, elevarlo.
- Si es posible: lavar la zona con agua y jabón.
- No utilizar desinfectantes o antisépticos que coloreen la zona, enmascarándola.
- No se recomienda el sajado de la herida.
- Trasladar a un centro asistencial rápidamente.
- En lo posible (es ideal y de mucha ayuda), capturar el artrópodo o restos de él y llevarlos junto con el afectado para su identidad.
- Importante: llevar al afectado a un centro asistencial que posea el suero anti-loxosceles antes de 6 horas de transcurrida la mordedura.
La mejor prevención es el aseo riguroso y profundo de aquellas zonas en que regularmente no se consideren como rutina de aseamiento, es recomendable el uso de guantes livianos y de aspiradoras de buena potencia. Poner especial atención a detrás de los cuadros, elementos de pared, aquellas camas con cajonera y zócalo al suelo, esquinas de closets y especialmente en los muebles de cocina en el entrezócalo o en la parte superior fuera de la vista. Si su vivienda además cuenta con enredaderas al muro, bambúes, cúmulos de objetos o leña acumulada desde tiempo es altamente probable la existencia de individuos.
En especial, se recomienda la inspección de la ropa colgada por algún tiempo, revisar principalmente las bastas y bolsillos. Sacudir enérgicamente la ropa a colocarse es una buena medida.
El colocar trampas-pegajosas es otra buena medida, los arácnidos no pueden liberarse y mueren por acción del piretroide impregnado en el adhesivo.
Si se detecta un individuo hembra, habrá siempre al menos dos más asociados al área de detección. Es imprescindible ubicarlos a todos y eliminarlos. Dado que a veces esta araña corre muy rápido no se debe cazar con la mano, use aspiradora o bien cubra su mano con un cono de papel higiénico y atrapela presionando contra la superficie.
Como ya se ha indicado esta araña no es agresiva y muerde generalmente sólo cuando es apretada contra la piel humana, tal como al ponerse un artículo de ropa. Como todas las arañas del género Sicariidae, el veneno de la reclusa chilena contiene el agente dermonecrótico esfingomielinasa D, que se encuentra de otra manera solamente en pocas bacterias patógenas. Según un estudio, el veneno de la reclusa chilena (junto con la araña arenera de seis ojos), contiene un orden de magnitud más de esta sustancia que hacen las otras arañas Sicariidae, tal como la araña reclusa parda.
Algunos mordiscos son menores sin ninguna necrosis, pero una parte pequeña producen lesiones dermonecróticas severas (loxoscelismo cutáneo) o incluso condiciones sistémicas (loxoscelismo víscerocutáneo;) a veces resultando en anomalía renal y 3-4% de casos en un estudio clínico reciente en Chile, en muerte.
Las mordeduras serias forman una úlcera necrotizante que destruye el tejido suave y puede llevar meses y con muy poca frecuencia años en sanarse, dejando cicatrices profundas. El tejido dañado se volverá gangrenoso y finalmente fangal. Al principio puede no haber ningún dolor de un mordisco, pero con el transcurso del tiempo, la herida puede ponerse tan grande como 10 pulgadas (25 cm) en casos extremos. Los mordiscos pueden llevar hasta siete horas para causar daño visible; los efectos sistémicos más serios pueden encontrarse antes de este momento, como el veneno de cualquier tipo se extiende por todas partes del cuerpo en minutos. Se han informado muertes para la especie sudamericana relacionada Loxosceles intermedia. Se cree ahora que una condición médica antigua conocida por viajeros y residentes en Chile, la mancha gangrenosa de Chile, es causada por mordiscos de araña de rincón.
Los primeros auxilios implican la aplicación de un paquete de hielo para controlar la inflamación, la aplicación de sabila apacigua y ayuda a controlar el dolor, acudir al médico pronto. Si se puede capturar fácilmente, se debería traer la araña con el paciente en un frasco transparente, fuertemente cerrado, de modo que lo puedan identificar. Sin embargo en el momento en que se observa el mordisco, ninguna araña encontrada cerca no es probable que sea la culpable.
Si buscan en YouTube® podrán encontrar videos donde aparece el animal
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